Si estás en pleno proceso de búsqueda de información para comprar un coche nuevo, es probable que estés pensando si te conviene más un coche con correa o con cadena de distribución. Por norma general, esta decisión no va a ser tan decisiva como elegir el tipo de motor y combustible de nuestro vehículo, la carrocería o incluso el color.
Entonces… ¿Merece la pena informarse sobre este dato? En este artículo vamos a enfrentar estos dos sistemas de distribución. De este modo, sacaremos a relucir sus ventajas y desventajas para poder sacar la conclusión de qué opción es más interesante o cuál te conviene más para tus necesidades.
¿Qué tipos de distribución existen?
Hablamos siempre de correa y cadena, pero no son los únicos sistemas que existen. Generalmente, hay tres formas de transmitir el movimiento al árbol de levas:
- Correa de distribución: es el método más extendido. La mayor parte de los motores que conocemos usan ese sistema. La correa elástica es la solución más económica que existe, y permite abaratar un poco el coste total del motor. Además, existen dos tipos de correas distintas: correa seca y correa húmeda. La correa de distribución húmeda va sumergida en aceite, fenómeno que afecta a la durabilidad de la misma.
- Cadena de distribución: funciona de una forma muy parecida a la correa, pero en este caso, se trata de una cinta metálica que tiene mayor dureza y durabilidad. La principal ventaja de la cadena de distribución es que, sobre el papel, no será necesario sustituirla durante la vida útil del vehículo. Además, hay dos tipos de cadenas de distribución: la cadena de eslabones y las cadenas de rodillos, también conocidas como Cross & Morse. Estas últimas son significativamente más resistentes que las primeras.
- Cascada de engranajes: este último tipo es sin lugar a dudas el más fiable de todos. Esta distribución suele estar en motores antiguos y en propulsores destinados a vehículos de gran cilindrada. Algunas aplicaciones modernas de este sistema van destinadas a vehículos todoterreno en los que una cadena de distribución podría ver reducida su vida útil debido al polvo y la erosión.
Por último, hay vehículos que no requieren de distribución. Hablamos de coches eléctricos, automóviles que funcionan con pila de hidrógeno e incluso motores de combustión tipo Wankel.
¿Qué distribución es mejor? Comparativa de Correa vs. Cadena
Una vez conocemos todos los sistemas que existen, toca compararlos punto por punto:
¿Qué sistema es más barato de sustituir?
Aquí puede haber debate. La correa requiere un mantenimiento. El caucho que se utiliza para fabricar este componente acaba degradándose con el uso. Por tanto, sustituiremos esta pieza cada cierto número de kilómetros, según nos marque el fabricante.
La cadena, por su parte, no es necesario sustituirla con la misma frecuencia. De hecho, la gran mayoría de los coches que usan este sistema van a ir al desguace con la misma cadena que llevaron el día que salieron de la fábrica.
Pero a la hora de la verdad, la correa gana en este punto. Los recambios de correa son muy baratos, y la sustitución también es menos costosa. Si en algún momento tienes que reemplazar una cadena de distribución, el mecánico tendrá que desmontar muchas más piezas, sumando mayor número de horas de mano de obra.
¿Cuál dura más?
Punto para la cadena, como no podía ser de otra forma. La cadena de distribución está pensada para que no tenga que ser sustituida nunca. Eso sí, eso no significa que no se degrade o que no sea recomendable hacer un reemplazo en algunos casos.
Quitando excepciones, casi todos los fabricantes afirman en sus libros de mantenimiento que las cadenas de distribución de sus automóviles son «Lifetime», es decir, que tienen una durabilidad tan alta como la del propio vehículo. Obviamente, será necesario hacer un mantenimiento correcto al mismo para que se cumpla esta condición.
Te recomendamos que eches un vistazo a nuestra guía para conseguir que una cadena de distribución esté siempre a punto y dure para siempre.
Volviendo a la correa de distribución, la durabilidad tampoco se queda corta. Los avances tecnológicos han logrado materiales capaces de durar 100.000 e incluso 150.000 kilómetros.
¿Cuál resiste más los agentes externos?
Quitando de la ecuación al kilometraje, existen muchos factores que pueden degradar un automóvil y sus componentes. El viento, la humedad, el polvo o la arena pueden acabar afectando al funcionamiento de un vehículo.
Y aunque es cierto que todos estos factores pueden erosionar una cadena de distribución, la correa se resentirá más en este aspecto. Podríamos decir que lo único que puede desgastar una cadena de distribución en poco tiempo es utilizar un aceite de mala calidad.
Por lo demás, la cadena, al estar dentro del motor, está prácticamente protegida y blindada de cualquier agente externo. En el caso contrario, la correa, al estar por fuera (aunque encerrada por sus cárteres), corre el riesgo de sufrir fugas de aceite que podrían dañarla. También puede degradarse si se producen fugas de refrigerante. Además, la correa de distribución también podría funcionar de forma anómala en caso de que se produjera una rotura de la correa de servicio, es decir, la correa auxiliar del alternador.
¿Cuál de las dos avisa antes de romperse?
El que avisa no es traidor. Y… tenemos un traidor entre nosotros, porque la correa no avisa prácticamente nunca. Cuando una cadena se estira, la sincronización del motor comenzará a fallar, dándonos mucha información a nosotros como conductores.
Si un motor con cadena no arranca en frío o da tirones a ralentí, con total seguridad, habrá que cambiar la cadena o el tensor. Existen también otros síntomas de que anticipan que una cadena de distribución está a punto de romperse.
Como decíamos, la correa no es tan predecible. Alguien con un oído muy fino sí podría detectar que está fallando, pero no va a ser lo habitual. La cadena, al ser metálica, es mucho más escandalosa cuando falla. La correa, que normalmente es de kevlar o materiales similares, no será lo suficientemente rígida como para producir un sonido fuerte.
¿Cuál nos dejaría tirados ante un problema grave?
Sabemos de sobra que si una correa o una cadena se rompen, podemos despedirnos del motor. Sin embargo, tanto la cadena como la correa trabajan con otros sistemas. Y a eso es lo que nos referimos en este punto. ¿Qué pasa si falla la correa de servicio? Ante una avería de este calibre, es más probable que regreses a casa si tienes un coche con correa de distribución.
Casi todos los motores que tienen distribución por correa, tienen la bomba de agua unida. Los motores con cadena, la tienen separada. Si perdemos la correa de servicio en un motor con cadena, tendremos problemas con la temperatura del motor y, con total seguridad, el motor se apagará.
Si se rompe la correa de servicio en un sistema de distribución accionado por correa, es posible que podamos hacer unos cuantos kilómetros antes de que el coche nos avise de que tenemos problemas de sobrecalentamiento. ¿Por qué? Pues porque la bomba de agua sí estará funcionando. Además, en este segundo caso hipotético, si la batería del coche está en buen estado, podremos alimentar los sistemas electrónicos del coche hasta llegar a un sitio seguro.
¿Cuál aguanta más la potencia?
Los motores de alto rendimiento suelen hacer uso de cadenas de distribución, por lo que la respuesta a esta pregunta es bastante sencilla. Las cadenas aguantan mucho mejor la potencia y el par, por lo que son una apuesta más segura para los motores grandes. De hecho, va a ser raro que encontremos un bloque grande que sincronice sus válvulas mediante una faja o correa.
¿A qué conclusiones llegamos?
Ambos sistemas están bastante empatados. La cadena supone un ahorro en mantenimiento, pero igualmente hay que cuidarla mucho para no dañarla. Aguantan bastante bien los cambios de temperatura y el clima, así como también avisan ante el más mínimo fallo.
La correa, por su parte, es barata, hace menos ruido y no va a suponernos ningún problema si llevamos el mantenimiento del coche al día. Además, al ir unida a la bomba de agua, nos permitirá recorrer unos kilómetros extra en caso de que se rompa la correa de servicio.
Y esto es todo. Si ya tienes claro qué sistema prefieres, te recomendamos que eches un vistazo a los listados de vehículos que publicamos en esta web. Así, podrás conocer qué coches funcionan con correa y cuáles otros lo hacen con cadena.