Tras pegarse un viaje de unos 4.500 kilómetros en coche de una sola sentada, un joven Will Smith se alegraba de llegar a Bel-Air no por empezar una nueva vida, sino por salir de aquel taxi, «que olía a cuadra». Y es que, lo creas o no, el nivel de limpieza interior y exterior de un coche dice mucho de la persona que lo conduce.
En este artículo vamos a tratar de convencerte de que tener limpio el automóvil no es solo cuestión de estética.
Motivos para tener siempre limpio el coche por dentro
El ambientador de pino es un accesorio mucho más nocivo de lo que parece a simple vista. Primero, porque no hay olor que se pueda tapar para siempre. Y por último, porque no engañan a nadie.
El motivo por el que el interior de un coche huele mal es porque hay suciedad. ¿Has pensado alguna vez en cómo puede afectarte negativamente el hecho de conducir un vehículo en mal estado de limpieza? Pues vamos con una pequeña lista de motivos por los que deberías pasar una aspiradora y limpiar la tapicería de tu coche:
Incrementar la comodidad y bienestar de los pasajeros
Viajar en un coche limpio y ordenado es mucho más agradable que hacerlo en uno desordenado y sucio, como hemos tratado de ejemplificar al principio del artículo con esa cita de El Príncipe de Bel-Air. Eliminar la basura, restos de comida y otros desechos mejora notablemente la experiencia de cualquier persona que vaya a pasar un rato en tu coche.
Nadie quiere sentir que se pega a los asientos o que está respirando aire viciado. Manteniendo las superficies libres de polvo, las alfombrillas sin manchas y ventilando regularmente, conseguirás que conducir resulte más cómodo y placentero.
Evitar la acumulación de suciedad y bacterias
Durante todo el tiempo que viajas en coche, estás respirando el aire y las partículas que hay encerradas en el habitáculo. Esas partículas y microbios que no ves pueden causar problemas respiratorios si pasas mucho tiempo expuesto a ellas, especialmente para personas con asma o alergias.
Así que hazle un favor a tus pulmones y limpia a fondo los asientos, alfombrillas, tapizados y demás superficies del habitáculo de vez en cuando.
Facilitar la conducción y reducir distracciones
Tener un parabrisas y ventanillas limpias y sin obstáculos visuales hace mucho más fácil y segura la conducción. Eliminar residuos, manchas y empañamientos permite tener una mejor visibilidad de la carretera.
Además, un habitáculo ordenado y sin elementos sueltos por el suelo o los asientos evita distracciones peligrosas mientras vas al volante. No tendrás que apartar la vista para buscar tus gafas de sol o quitarte de encima el papel Albal del sándwich que te dejaste a medias hace dos semanas.
Evitar «proyectiles» en caso de accidente
Muy en línea con el punto anterior. Si tienes la mala fortuna de verte involucrado en un accidente fuerte, todo lo que tengas en el coche que no esté bien agarrado saldrá disparado hacia los ocupantes del vehículo.
Cualquier botella, lata, caja o figurita decorativa superflua que tengas en el interior puede convertirse en un proyectil extremadamente peligroso. Un motivo más para hacer limpieza y retirar todo aquello que sobra en nuestro coche.
Aumentar la vida útil de los materiales del interior
La suciedad y humedad acumuladas dañan los revestimientos, tapizados y molduras del vehículo. Las partículas de polvo actúan como abrasivo sobre las superficies, desgastándolas con el roce repetido.
Básicamente, esto significa que, limpiando periódicamente, estás alargando la duración de los materiales y evitando un envejecimiento prematuro. Esto se manifiesta de una forma más clara con las manchas, que penetran y decoloran la tapicería si no se tratan a tiempo. Exactamente igual que ocurre con la ropa.
Motivos para tener siempre limpio el coche por fuera
¿Y por fuera? También hay motivos de peso para pegarle un manguerazo al coche de vez en cuando. Y no solo porque te vas a ahorrar ese texto de «Lávalo, guarro» que te habrá dejado el gracioso de turno:
Aumentar tu visibilidad respecto al resto de conductores
Cuando se hace de noche, toda ayuda es poca para ver bien la carretera. Faros y luces sucios reducen notablemente la visibilidad en condiciones de oscuridad. Limpiarlos periódicamente evita que se empañen y pierdan eficacia luminosa. También ayuda a mantenerlos en buen estado durante más tiempo.
Mejor visibilidad general
Amanecer y atardecer. Sol completamente de frente. Si no tenemos el parabrisas limpio por fuera, no vamos a poder ver absolutamente nada. Y, como sabrás, a veces el limpiarabrisas no es suficiente para eliminar mosquitos o suciedad muy incrustada. De ahí la importancia de mantener una buena limpieza de todos los cristales de nuestro coche, tanto por dentro como por fuera.
Alargar la vida útil de la pintura y carrocería
La pintura y carrocería de tu vehículo están constantemente expuestas a elementos nocivos como el sol, la lluvia y la contaminación ambiental. Esto acelera su deterioro y corrosión.
Una pintura que se corroe es un imán para el óxido, que pone en peligro toda la chapa del vehículo. Prevenir todo esto es fácil, pues lavando frecuentemente la parte exterior, proteges las superficies y evitas impurezas abrasivas que desgastan la capa de pintura.
Proyectar una buena impresión
La limpieza de tu vehículo también influye en cómo los demás te perciben. Un coche descuidado refleja mala imagen y hace pensar al resto que no te preocupa la higiene. Y es que, por mucho que vayas a trabajar de punta en blanco, si llevas un coche sucio, oxidado y con las defensas descolgadas, tus compañeros pensarán que tu cocina, tu baño y tu dormitorio también estarán en condiciones poco salubres.
No tienes que encerar el coche ni dedicar tu tiempo a dejar tu coche limpio como el de un concesionario. Pero mantener unos niveles básicos de higiene son fundamentales para no exponerse de forma absurda a enfermedades, y también para poder hacer trayectos de forma amena y sin riesgos innecesarios.
