¿Se puede pasar de embrague bimasa a monomasa? ¿Es recomendable?

Casi todos los coches diésel utilizan embragues de tipo volante bimasa. También solemos verlo en los vehículos de gasolina de gran cilindrada. Sin embargo, el volante bimasa solo nos preocupa cuando tenemos que cambiar el embrague por uno nuevo. Los bimasa son caros, y nos puede surgir la duda de qué pasará si decidimos sustituirlo por un monomasa, que son más económicos.

En este artículo vamos a explicarte paso a paso por qué pasar de bimasa a monomasa puede no ser una gran idea. Luego, tú decides si te interesa o no hacer el cambio.

¿Qué es un Embrague Bimasa?

embrague bimasa

Un embrague bimasa, también conocido como volante motor bimasa, es un tipo de volante de inercia diseñado para absorber las vibraciones y ruidos del motor. Es comúnmente utilizado en coches diésel modernos para proporcionar una conducción más suave y silenciosa.

Los motores diésel tienen mucho par, y pueden poner en jaque los embragues monomasa. Además, los vehículos diésel son más nerviosos debido a su modo de combustión. El bimasa juega un papel crucial en la reducción de estas vibraciones, protegiendo así otros componentes del motor y mejorando la comodidad de conducción.

¿Cómo funciona?

Este sistema está compuesto por dos masas que pueden moverse ligeramente una con respecto a la otra, lo que permite una mayor suavidad en la transmisión y reduce los ruidos y vibraciones.

¿Y qué es un embrague monomasa?

Por otro lado, el embrague monomasa es un diseño más simple y robusto. Consiste en un solo volante sólido sin mecanismos para absorber las vibraciones. Es más barato, pero no ofrece la misma suavidad de conducción. Por eso, no se suele utilizar en vehículos diésel.

¿Qué problema puede darme poner un embrague monomasa a mi coche diésel?

embrague monomasa

A nadie le agrada tener que cambiar el embrague. Es una reparación muy cara. Si, además, el coche que tenemos que reparar usa un embrague de tipo volante bimasa, nos tocará pagar una factura mucho mayor.

En algunos talleres, es común que nos ofrezcan la posibilidad de reducir el precio instalando un embrague monomasa. Sin embargo, eso conlleva una serie de consecuencias negativas que vamos a desglosar de forma detallada:

Aumento de Vibraciones y Ruido

Uno de los mayores inconvenientes de cambiar a un embrague monomasa en un coche diésel es el aumento significativo de vibraciones y ruido. Los motores diésel, por su naturaleza, generan más vibraciones que los de gasolina. El embrague bimasa está diseñado para mitigar estas vibraciones, por lo que al eliminarlo, se transfiere más movimiento y ruido al habitáculo.

Si ya te molestaba el nerviosismo de tu TDI, ahora, vibrará más. Si tienes niños que suelen marearse o suegras que se quejan de lo mal que conduces, prepárate para lo que se viene a partir de ahora.

Impacto en la Conducción

La suavidad en la conducción es una de las características más apreciadas en los coches modernos, especialmente en modelos de gama alta y vehículos familiares.

Al convertir a un embrague monomasa, se compromete esta suavidad, lo que puede resultar en una experiencia de conducción menos placentera y más fatigante, especialmente en viajes largos o en tráfico pesado.

Problemas para salir en primera marcha

En muchos casos, al colocar un embrague monomasa donde debería haber un bimasa, la primera marcha queda casi inservible. Algunos usuarios optan directamente por salir en segunda, algo que no es recomendable para preservar la vida útil del nuevo embrague.

Riesgos para otros componentes

Al transmitirse más vibración, pueden dañarse o desgastarse otros componentes adyacentes. Si, además, el vehículo tiene el motor potenciado —por una repro, por ejemplo—, el riesgo de rotura del embrague será mayor.

Garantía y reventa

Si vas a vender el coche y has hecho una chapuza de este tipo, es posible que te cueste convencer a alguien de que se quede el coche. Al fin y al cabo, estarás tratando de vender un vehículo con una reparación cutre, y que afecta directamente al confort dentro del habitáculo.

Mayor coste a largo plazo

Aunque inicialmente puede parecer más económico optar por un monomasa, los costes a largo plazo pueden aumentar debido a reparaciones adicionales causadas por vibraciones excesivas y desgaste de otros componentes.

Conclusiones finales

aceite embrague

En la medida de lo posible, no te la juegues con el embrague. Los fabricantes de coches suelen racanear hasta en el número de hilos que cosen en la tapicería de los asientos. Sin embargo, no suelen escatimar en cosas tan importantes como el embrague.

¿Por qué decimos esto? Porque si el fabricante ha decidido que es mejor que el vehículo funcione con un volante bimasa, es porque realmente lo necesita. Si estás corto de dinero y necesitas reparar el coche por necesidad, puedes pasarlo a monomasa. No obstante, ya te adelantamos que lo más seguro es que te arrepientas.

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