Cómo identificar una bomba de embrague defectuosa y cómo solucionarlo

Si tienes un vehículo con caja manual, es posible que en algún momento hayas tenido problemas para introducir las marchas, o que incluso el pedal del embrague no responda como es debido. En ocasiones, estos y más síntomas son debidos a una bomba de embrague o cilindro maestro del embrague en mal estado.

El funcionamiento correcto del cilindro maestro del embrague es crucial para la seguridad en carretera. Conducir con un cilindro maestro dañado podría ponerte a ti y a tus pasajeros en peligro. Para prevenir accidentes, es importante que sepas identificar los signos de fallo de este componente.

Principales síntomas de un cilindro maestro defectuoso

Aquí te presentamos los 5 síntomas principales que indican un posible fallo en el cilindro maestro del embrague de tu vehículo:

El pedal del embrague toca el suelo

pedal embrague clavado

Un signo claro de que el cilindro maestro del embrague podría estar fallando es cuando el pedal del embrague cae hasta el suelo después de pisarlo. Si observas que el pedal llega al suelo o se queda muy cerca, es un indicativo de que el embrague no está recibiendo la presión hidráulica necesaria. En muchos casos, el pedal se queda ahí y llega a rebotar hacia el pie.

Este síntoma sugiere que el cilindro maestro del embrague ha dejado de funcionar por completo y la única solución es reemplazar el cilindro maestro del embrague. La pieza no suele ser cara, por lo que la reparación en un taller mecánico será más cosa de la mano de obra que del componente en sí.

Líquido de embrague sucio o insuficiente

El estado del depósito de líquido de embrague puede ofrecerte valiosa información sobre la salud de tu cilindro maestro. Si encuentras que el líquido parece contaminado o si hay un nivel insuficiente de fluido en el depósito, es probable que existan problemas con el cilindro maestro.

El líquido del circuito hidráulico del embrague puede ensuciarse si las juntas internas están dañadas, provocando la contaminación del fluido. Asimismo, un nivel bajo de líquido puede ser señal de una posible fuga en el cilindro maestro. Al notar cualquiera de estos problemas, es imprescindible reemplazar el cilindro maestro de embrague inmediatamente.

Dificultades para cambiar de marcha

Los problemas para cambiar de marcha son siempre una señal de alarma. En la mayoría de los casos, el cilindro maestro de embrague va a ser el culpable.

Si el cilindro maestro o bomba del embrague presenta daños, la presión hidráulica necesaria para cambiar la transmisión no se generará adecuadamente. Este fallo podría deberse a una fuga interna en el cilindro, impidiendo que se desembrague cuando se pisa el pedal.

En ocasiones, puede ocurrir que las marchas no entren en absoluto con el coche frío —sí con el motor apagado y sin pisar el embrague—. Una vez en movimiento, es posible que las marchas sí entren bien, pero, en cualquier caso, se recomienda igualmente reparar este componente y no alargar la sustitución para evitar males mayores.

Baja resistencia del embrague

Un pedal de embrague debe ofrecer cierta resistencia al ser pisado. Si sientes que el pedal es demasiado blando cuando aplicas presión, es probable que exista una fuga en el cilindro maestro de embrague.

En muchos casos, las juntas de los cilindros son las responsables de esta fuga. Aunque es posible reparar estas juntas, en muchos casos resultará más conveniente reemplazar todo el cilindro, que, como decíamos al principio, no es un componente excesivamente costoso.

Ruidos extraños al cambiar de marcha o al pisar el embrague

Finalmente, los ruidos inusuales al cambiar de marcha o al pisar el pedal del embrague pueden ser una señal temprana de un cilindro maestro de embrague defectuoso.

Estos ruidos suelen ser más fuertes o frecuentes a medida que el cilindro se deteriora. Si empiezas a notar estos ruidos, no esperes a que se vuelvan demasiado fuertes. La mejor acción a tomar es reemplazar tu cilindro maestro de embrague inmediatamente.

¿Cómo saber si tengo un problema en el disco del embrague o en la bomba?

En el primer apartado ya te hemos explicado cómo son los síntomas de una bomba dañada. A continuación, te mostraremos las principales diferencias respecto a un disco de embrague dañado, roto, gastado o en mal estado:

¿Cómo funciona el sistema de embrague?

Cuando pisas el embrague (también conocido como clutch), la bomba principal convierte ese movimiento en energía de presión. Esta energía viaja a través del líquido de embrague por las líneas, desde la bomba principal hasta la bomba secundaria, también conocida como cilindro esclavo. La bomba secundaria, con la presión recibida, realiza un movimiento axial que activa la horquilla. Así, cuando pisas el embrague, este se separa. Cuando lo sueltas, el disco se acopla al volante, transmitiendo la fuerza hacia las ruedas.

Conocer un poco el funcionamiento del sistema de embrague te va a ayudar a reconocer los patrones que vamos a describirte en los siguientes epígrafes.

Síntomas de un disco de embrague desgastado

Cuando el disco del embrague está desgastado, hay varios síntomas que delatan que tenemos un problema con este componente de la transmisión.

  • El embrague patina: al avanzar y soltar el embrague en alguna velocidad, es posible que escuches un sonido y una sensación de denotan que el disco ha patinado. Además, puedes notar que la aceleración que estás proporcionando no coincide con el desplazamiento del vehículo.
  • Olor a quemado: otro síntoma común es un olor a quemado cuando estás circulando o has parado el vehículo.
  • Las marchas no entran bien: también puede suceder que las velocidades no entren correctamente o que el embrague se corte muy arriba. Esto significa que el vehículo comienza a avanzar casi cuando el pedal está al final de su recorrido, o en casos graves, que el vehículo no avance en absoluto.
  • El embrague no es capaz de soportar el peso del vehículo en una pendiente: una forma sencilla de descartar que sea cosa del disco es irse a una pendiente bastante empinada y hacer arrancadas a baja velocidad en primera marcha. Si tienes que pisar el pedal a fondo para evitar que el coche se caiga, será un problema del disco, no del cilindro maestro.

La solución alternativa: el purgado

Un problema común tanto en el embrague como en la bomba es la dificultad para cambiar de velocidad. Sin embargo, a veces, el problema es simplemente que el sistema tiene aire en su interior.

Antes de sustituir la bomba o ir a un mecánico a que nos haga un reemplazo completo del kit de embrague, conviene probar suerte y realizar un correcto purgado del sistema. Para ello, simplemente compraremos el líquido de embrague —consulta el manual de tu coche, pero suele ser el mismo que el líquido de frenos— y purgar el circuito.

Brembo Líquido de Frenos L04010 Dot 4 1000 ml
  • Formato: 1000 ml
  • ERPB (C): Máx/=260°C
  • WERPB (°C): máx/= 165° C

Localizaremos el pugador y dejaremos salir un poco de fluido. Con él, saldrán también pequeñas impurezas y partículas sólidas que tenga el líquido en suspensión. Conviene hacer esto con mucho cuidado y descartando el líquido en un recipiente o una bolsa, pues el líquido de este sistema es altamente corrosivo, y puede acelerar la oxidación de las partes del motor que entren en contacto con él.

Una vez purgado el circuito, rellenaremos con líquido nuevo hasta llegar a la medida correspondiente.

Conclusiones y consideraciones finales

Con esta información, puedes tener una idea más clara de si el problema es la bomba de embrague o el disco de embrague. Recuerda ante cualquier problema relacionado con el embrague, es vital darle prioridad.

Como último consejo, debes tener mucho cuidado si el desgaste del disco del embrague es muy grave. En este caso, los pernos metálicos del disco pueden chocar con el volante de inercia, causando un desgaste adicional por la fricción metal con metal. En tal caso, el volante de inercia también puede dañarse, lo que implicaría un aumento adicional de la factura de reparación, pues habrá que rectificarlo para eliminar las marcas de fricción.

Esperamos que esta guía te ayude a identificar y solucionar problemas con tu sistema de embrague. Un mantenimiento regular y una detección temprana de los problemas pueden ahorrarte costosas reparaciones en el futuro.

¿Cómo puedo saber si un motor 2.0 TDI es Common Rail o Bomba Inyectora?

La principal diferencia entre los motores TDI EA188 y los EA189 del Grupo Volkswagen es que los primeros funcionan con bomba inyectora y los segundos con un sistema de raíl común (Common Rail). Sin embargo, en la ficha técnica del vehículo no vendrá jamás la familia de motores a la que pertenece nuestro propulsor, sino el ‘Engine Code’, que son unas letras específicas que hacen referencia al modelo concreto.

Cuando VAG sacó los motores de la serie EA189 2.0 TDI, continuó usando los motores EA188 2.0 TDI en ciertos modelos y marcas, por lo que saber si un 2.0 TDI es Pumpe-Düse o Common Rail no es tan sencillo. Un mismo modelo como el Volkswagen Passat B6 llegó a montar propulsores de estas dos familias casi al mismo tiempo, por lo que no nos valdrán las fechas de matriculación para sacar este dato.

Saber si un vehículo es PD o CR puede ser interesante si queremos una tecnología u otra por alguna razón específica. En este artículo vamos a aprender a diferenciar esto de forma sencilla sin necesidad de abrir el capó.

¿Cómo determinar si un 2.0 TDI es PD o CR?

Código Motor

La forma más sencilla de saber si estamos ante un modelo u otro es con el propio código del motor. Los modelos Common Rail tienen 4 letras, y empiezan por C.

Por otro lado, las unidades con bomba inyectora (Pumpe-Düse) tienen un código motor de 3 letras. Tienes este dato en la ficha técnica del vehículo.

PotenciaModeloEngine Code (Common Rail)Engine Code (Pumpe-Düse)
100 kW (136 HP)Audi A3 8P
Audi A6 C6
VW Golf Plus
VW Jetta V
VW Passat B6
CAGB, CBAA, CFFAAZV, BMA, BNA, BRF
103 kW (140 HP)Audi A3 8P
Seat Altea 5P
Skoda Octavia 1Z
Skoda Superb 3T
VW Caddy 2K/2C
VW Eos 1F
VW Golf V
VW Golf VI
VW Jetta V
VW Passat B6
VW Touran 1T
CBAB, CBDB, CFFB,
CFHC, CJAA, CLCB,
CLJA
BKD, BKP, BMM, BMP

Estos no son todos los modelos que utilizan estos motores, pues la lista sería interminable. Siguiendo este ejemplo, puedes utilizar esta misma regla para determinar si el motor utiliza tecnología CR o PD.

Identificación Visual

Por otro lado, si tienes acceso al vehículo, puedes hacer una comprobación visual para salir de dudas:

2.0 TDI Common Rail – Transversal

2.0 TDI Common Rail – Longitudinal

2.0 TDI Pumpe-Düse – Transversal

2.0 TDI Pumpe-Düse – Longitudinal

Cómo arrancar un coche con un sensor de cigüeñal defectuoso: consejos y precauciones

Conducir un automóvil es una experiencia que la mayoría disfruta, pero enfrentarse a problemas mecánicos puede ser una pesadilla. Uno de los inconvenientes que pueden surgir en cualquier vehículo de combustión es toparse con un sensor de cigüeñal defectuoso. Este pequeño dispositivo es vital para el correcto funcionamiento del motor, y si falla, podría dejarte tirado.

En este artículo, te explicaremos cómo identificar los síntomas de un sensor de cigüeñal en mal estado y qué hacer para arrancar tu coche en caso de que lo necesites. Sin embargo, es importante recordar que esta información es solo para situaciones de emergencia y no se recomienda conducir con un sensor defectuoso a largo plazo. Es fundamental llevar tu vehículo al mecánico lo antes posible para solucionar el problema de manera adecuada y evitar daños adicionales en el motor. A continuación, te daremos una guía completa sobre el tema y cómo enfrentarlo de manera efectiva y segura.

¿Qué es y para qué sirve el sensor del cigüeñal?

El sensor del cigüeñal es un componente electrónico esencial en el sistema de gestión del motor de un vehículo. Este sensor se encarga de monitorear la posición y la velocidad de rotación del cigüeñal, que es un eje de metal que conecta los pistones a las bielas, transformando el movimiento lineal de los pistones en movimiento rotativo necesario para mover las ruedas.

La información recopilada por el sensor se envía a la unidad de control del motor (ECU, por sus siglas en inglés), que la utiliza para regular el encendido y la inyección de combustible. La ECU asegura que las bujías se enciendan en el momento adecuado y que la cantidad correcta de combustible se inyecte en los cilindros, permitiendo un funcionamiento eficiente y suave del motor.

Un sensor de cigüeñal en buen estado es fundamental para el correcto funcionamiento del motor. Si este sensor falla o presenta problemas, el motor podría no arrancar o funcionar de manera irregular, causando dificultades al conducir. Además, un sensor defectuoso puede generar un consumo excesivo de combustible, vibraciones en el motor y otros síntomas que afectan negativamente la experiencia de conducción.

Cómo encontrar el sensor del cigüeñal en un coche

El sensor del cigüeñal suele ubicarse en la parte trasera del motor, cerca del volante de inercia o del equilibrador armónico. El sensor consta de un imán, una bobina de alambre y un elemento sensor. A medida que el cigüeñal rota, el imán pasa junto a la bobina y al elemento sensor, generando una señal eléctrica que se envía a la unidad de control del motor (ECU).

La posición exacta del sensor puede variar dependiendo del modelo y marca del vehículo. En algunos casos, el sensor podría estar montado en la cubierta delantera de la distribución. Para acceder al sensor, es posible que debas retirar la rueda delantera del lado del pasajero.

La ECU, que recibe y procesa la información del sensor del cigüeñal, generalmente se encuentra detrás del airbag del lado del pasajero, en lo profundo del tablero. La ECU controla el encendido y la inyección de combustible en función de los datos proporcionados por el sensor, lo que permite que el vehículo funcione de manera eficiente y sin problemas.

Si el sensor del cigüeñal no funciona correctamente, el motor no podrá arrancar y podría detenerse en marcha. Incluso si el motor logra arrancar, es probable que funcione de manera irregular y con fallos de encendido.

¿Cómo puedo arrancar un coche que tiene un sensor de cigüeñal defectuoso?

Aunque no es recomendable conducir un vehículo con un sensor de cigüeñal defectuoso, en caso de emergencia, podrías intentar arrancarlo siguiendo ciertos pasos para llevarlo al mecánico. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que estos métodos son soluciones temporales y no sustituyen la necesidad de reparar o reemplazar el sensor:

  1. Localizar el sensor: Como mencionamos anteriormente, el sensor del cigüeñal generalmente se ubica en la parte trasera del motor, cerca del volante de inercia o del equilibrador armónico. Si no está ahí, podría estar montado en la cubierta delantera de la distribución. Es posible que debas retirar la rueda delantera del lado del pasajero para acceder al sensor.
  2. Desconectar el sensor: Sujeta el sensor, aprieta y desenchúfalo de su soporte.
  3. Rociar líquido de arranque en la apertura: Con el sensor retirado, rocía un poco de líquido de arranque en la apertura. Esto ayudará al motor a encender y permitirá conducir hasta el mecánico.
  4. Accionar el contacto: Si hay suficiente combustible en el tanque, gira el encendido y el motor debería arrancar. Si no sucede nada, podría haber un problema con las bujías.

Puntos a favor:

  • Puede permitirte arrancar el coche en una situación de emergencia, lo que facilita llevar el vehículo al mecánico para reparar o reemplazar el sensor.
  • Evita la necesidad de remolcar el coche, lo que podría ahorrarte tiempo y dinero.

Inconvenientes:

  • Conducir con un sensor de cigüeñal defectuoso puede causar problemas adicionales en el motor y otros componentes del vehículo.
  • El motor podría funcionar de manera irregular, con fallos de encendido y vibraciones, lo que hace que la conducción sea incómoda y potencialmente insegura.
  • El consumo de combustible podría ser mayor debido al funcionamiento ineficiente del motor.
  • No es una solución a largo plazo, ya que el sensor defectuoso debe ser reparado o reemplazado para garantizar un funcionamiento adecuado y seguro del vehículo.

Causas que pueden dañar el sensor del cigüeñal

Existen varias razones por las que un sensor del cigüeñal puede fallar o dañarse. A continuación, se presentan algunas de las causas más comunes:

  1. Desgaste y envejecimiento: Con el tiempo y el uso, el elemento sensor puede dañarse o corroerse. También es posible que los cables se deterioren o deshilachen, afectando la funcionalidad del sensor.
  2. Vibraciones del motor: Dado que el sensor del cigüeñal suele ubicarse en la parte trasera del motor, está expuesto a muchas vibraciones. Estas vibraciones pueden dañar el elemento sensor o provocar que los cables se deshilachen o se deterioren.
  3. Sobrecalentamiento del motor: Si el motor se recalienta con regularidad, el calor puede dañar el elemento sensor o causar que los cables se rompan o se derritan con el tiempo. El sobrecalentamiento del motor generalmente se debe a una falta de refrigerante, pero un mecánico podrá identificar el problema subyacente y solucionarlo.

Cualquiera de estas causas puede provocar el mal funcionamiento del sensor del cigüeñal, lo que a su vez afecta la capacidad del motor para arrancar y funcionar de manera eficiente. Si sospechas que el sensor del cigüeñal de tu vehículo está fallando, es fundamental llevarlo a un mecánico para realizar una inspección y, si es necesario, reemplazarlo.

Síntomas de que el cigüeñal de tu coche está defectuoso o se va a estropear

Cuando el sensor del cigüeñal de tu vehículo comienza a fallar, es probable que observes varios síntomas que indican que algo no está funcionando correctamente. Algunos de estos síntomas pueden ser más fáciles de detectar que otros, por lo que es importante estar atento a cualquier cambio en el rendimiento de tu coche:

  1. El coche no arranca: El síntoma más evidente de un sensor del cigüeñal defectuoso es si el motor se niega a arrancar. Sin un sensor en buen estado, el vehículo no puede regular la inyección de combustible, lo que impide que el motor reciba la mezcla adecuada de aire y gasolina necesaria para encenderse.
  2. Se enciende el testigo del motor: Si el sensor del cigüeñal está fallando, generalmente activará la luz de advertencia del motor. Esta luz se encenderá y permanecerá encendida hasta que se solucione el problema.
  3. El motor se detiene o tiene fallos de encendido: Si el sensor está fallando, el motor puede detenerse repentinamente o tener fallos de encendido. Estos fallos pueden ser intermitentes al principio, pero con el tiempo se volverán constantes.
  4. Consumo excesivo de combustible: A medida que el sensor del cigüeñal de tu vehículo comienza a fallar, también se verá afectado el consumo de combustible. Esto se debe a que el motor funcionará de manera menos eficiente y consumirá más combustible.
  5. Vibraciones en el motor: Por último, notarás que el motor vibra más de lo habitual, especialmente cuando está en ralentí. Estas vibraciones pueden ser mínimas al principio, pero se volverán más notables e intensas a medida que el sensor continúe deteriorándose.

Si has observado alguno de estos cambios en tu vehículo, es importante llevarlo a un mecánico lo antes posible para que revisen el sensor del cigüeñal.

Cómo comprobar que es el sensor del cigüeñal lo que está fallando en mi coche

Si sospechas que el sensor del cigüeñal de tu coche está fallando, puedes realizar algunas pruebas para confirmar si este es el problema. Ten en cuenta que estas pruebas son más adecuadas para personas con experiencia en mecánica automotriz y con herramientas específicas. A continuación, te explicamos cómo realizar estas pruebas:

  1. Localiza el sensor del cigüeñal: Primero, debes encontrar el sensor del cigüeñal en tu vehículo. Sigue los pasos que te hemos enseñado en los bloques anteriores.
  2. Desconecta el sensor: Desconecta el sensor de su conector eléctrico.
  3. Usa un multímetro: Necesitarás un multímetro, una herramienta eléctrica de prueba, para llevar a cabo las siguientes pruebas:

Realiza una prueba de continuidad

Configura tu multímetro en la escala de «ohmios» y toca las sondas en los terminales del sensor. Si el multímetro emite un pitido o registra una lectura, el sensor está en buen estado.

Si no hay lectura o el multímetro no emite un pitido, el sensor está defectuoso y debe ser reemplazado.

Prueba de resistencia eléctrica

Configura nuevamente tu multímetro en la escala de «ohmios» y toca las sondas en los terminales del sensor. Si el multímetro registra una lectura de alrededor de 1.000 ohmios, el sensor está en buen estado. Si la lectura es infinita o muy baja, el sensor está defectuoso y necesita ser reemplazado.

Si las pruebas con el multímetro indican que el sensor del cigüeñal está defectuoso, lo más recomendable es llevar tu vehículo a un mecánico profesional para realizar un diagnóstico completo y reemplazar el sensor si es necesario. De esta manera, garantizarás el correcto funcionamiento y la seguridad de tu coche.

Cómo hacer bypass al sensor del cigüeñal de un coche

Antes de empezar, es importante destacar que bypassear el sensor del cigüeñal de un coche no es recomendable y puede ser peligroso, ya que se trata de una solución temporal que puede generar problemas adicionales a largo plazo. Además, los pasos necesarios para saltar el sensor varían según el modelo del vehículo, lo que dificulta proporcionar una explicación detallada y específica para cada caso.

Dicho esto, si decides intentar hacer bypass al sensor del cigüeñal, ten en cuenta los siguientes pasos generales, pero siempre teniendo en cuenta que hacerlo es bajo tu propio riesgo:

  1. Localiza el sensor y desconéctalo.
  2. Corta y empalma los cables: Aquí es donde varían los pasos según el modelo de coche y el tipo de sensor. La idea es cortar y empalmar los cables dentro del sensor para cambiar la forma en que envía las señales eléctricas al motor. Es posible que debas investigar más sobre tu vehículo específico para determinar cómo hacerlo correctamente.

Recuerda que saltar el sensor del cigüeñal es una solución temporal y no es aconsejable, ya que puede causar problemas adicionales en el futuro. Además, al bypassear este componente, puedes experimentar problemas con el encendido, la inyección de combustible y el rendimiento general del motor, lo que podría generar daños adicionales en el vehículo.

Lo más recomendable es llevar tu coche a un mecánico profesional y realizar un diagnóstico adecuado. Si se confirma que el sensor del cigüeñal está fallando, lo mejor es reemplazarlo en lugar de intentar esquivarlo. De esta manera, evitarás posibles problemas futuros y garantizarás un rendimiento óptimo y seguro de tu vehículo.

¿Qué hay que hacer si se enciende la luz de error de ABS en el coche?

El tablero de instrumentos de un vehículo tiene las luces suficientes para advertir de cualquier tipo de problema al conductor. El testigo que más pesadillas suele producir es el de fallo motor, pero también hay otros errores que pueden hacernos dudar si podemos o no continuar la marcha.

El encendido del testigo ABS en el tablero de instrumentos de tu vehículo es una señal de que algo no funciona correctamente en el sistema. Este indicador puede mantenerse encendido en color naranja incluso después de apagar el motor. En este artículo, te ayudaremos a entender cómo funciona el sistema ABS, cómo solucionar posibles problemas y si puedes o no reanudar la marcha con este fallo.

¿En qué consiste el sistema ABS?

El ABS (Sistema Antibloqueo de Frenos) es un dispositivo que previene el bloqueo de las ruedas durante el frenado, controlando la presión en cada rueda mediante electroválvulas.

Este sistema se compone de un bloque hidráulico con electroválvulas, que se complementa de una serie de sensores y el ordenador del vehículo. El sistema informático analiza los datos que recogen los sensores, activando las electroválvulas cuando lo considera necesario. El sistema dispone de sensores en cada rueda, por lo que un fallo en cualquiera de ellas puede ser suficiente para que se encienda la luz de aviso en el cuadro.

Cuando el sistema ABS entra en acción, suele encenderse una luz que nos indica que el vehículo está tomando posesión del sistema de frenado. Además, el pedal del freno suele sentirse extraño, como si hiciera presión sobre nuestro pie.

¿Cómo funciona el sistema ABS?

El sistema ABS funciona monitoreando la velocidad de cada rueda durante el proceso de frenado. Cuando la velocidad de una rueda supera un límite establecido, el ordenador electrónico reduce la presión sobre esa rueda según un patrón predefinido. El sensor de velocidad continúa transmitiendo información hasta que la velocidad de la rueda vuelve al límite, momento en el cual se restablece la presión sobre la misma.

El ABS no solo evita el bloqueo de las ruedas, sino que también ayuda en el frenado de emergencia al permitir mantener la fuerza de frenado máxima por más tiempo, lo que reduce la distancia de frenado.

El sistema ABS juega un papel importante cuando frenamos con fuerza en una situación de poca adherencia, como puede ser una carretera mojada. Siguiendo con este ejemplo, lo que ocurre tras pisar el pedal de freno es lo siguiente:

  • Primera etapa: el vehículo frena con normalidad hasta que comienza a deslizarse por la superficie. En este momento, las ruedas están completamente detenidas, y el vehículo sigue con la inercia. Los sensores de velocidad de las ruedas detectan el inicio del bloqueo. Acto seguido, el ABS comienza a trabajar comparando las velocidades de giro de todas las ruedas.
  • Segunda etapa: el sistema electrónico pasa a controlar el frenado de cada rueda de manera independiente mediante el bloque hidráulico y sus electroválvulas (recordemos que hay una por cada rueda). Cuando el ordenador recibe información de los sensores —y gracias a las electroválvulas—, desactiva el pedal de freno y libera lentamente la presión residual en la rueda en cuestión para evitar su bloqueo.
  • Tercera etapa: cuando el vehículo recupera velocidad, el ordenador ordena a la bomba interna del bloque hidráulico que restablezca la presión de frenado en las ruedas, lo que hace que vuelvan a frenar. Este proceso se repite hasta que el conductor vuelva a pisar el pedal de freno. La bomba también evita que se pise el pedal de freno cuando la presión se restablece.

Una vez que el conductor ha frenado, el ordenador mantiene los frenos activados hasta que se liberan. Las ruedas se frenan y giran para devolver el vehículo a su trayectoria recta. Las fases de frenado ocurren al mismo tiempo que las fases de dirección, por lo que deben coordinarse para evitar que el vehículo derrape o se desacelere.

Causas comunes de fallos en el sistema ABS

Cuando el testigo ABS parpadea, indica que el sistema no está funcionando correctamente y, por lo tanto, es posible que no funcione.

Sensores defectuosos

La mayoría de las veces que vemos este error, el problema estará en los sensores de las ruedas. Estos pueden ser de tipo inductivo o magnetorresistivo, y se pueden verificar con un dispositivo de diagnóstico o un osciloscopio. El reemplazo de un sensor suele costar unos 40 euros.

En otras ocasiones, los sensores estarán bien, pero el fallo estará en uno de los elementos del grupo. Puede ocurrir que haya una ruptura de cableado, una desconexión o un cortocircuito.

Líquido de frenos bajo o en mal estado

El ABS también depende del líquido de frenos hidráulico para controlar la presión. Un nivel bajo de líquido de frenos en el depósito puede impedir que el ABS haga su trabajo, lo que puede hacer que la luz del ABS permanezca encendida. Otra causa probable es que haya demasiado dentro del circuito.

Fusibles quemados

Al igual que cualquier sistema o dispositivo electrónico, el sistema antibloqueo de frenos posee su propio fusible.

Antes de intentar sustituir piezas costosas o dedicar tiempo a investigar problemas, es importante verificar si el fusible del ABS está fundido o dañado. Realizar una rápida inspección en la caja de fusibles podría evitar inconvenientes importantes.

Sistema hidráulico

El diagnóstico proporcionado por el dispositivo de diagnóstico puede revelar un fallo en todo el sistema hidráulico como otra causa del fallo del ABS. Hay varias soluciones posibles:

  • Mal funcionamiento del bloque ABS o del sistema de computerización. En ambos casos, será necesario reemplazar el conjunto afectado. La reparación es cara. Dependiendo del fabricante, nos puede costar entre 1.500 y 3.000 euros.
  • Fallo en el sistema eléctrico: puede ocurrir que el fallo provenga simplemente de un problema de alimentación. Antes de cambiar el bloque hidráulico o el ordenador, se deben realizar controles precisos que podrían evitar gastos innecesarios.

Si cuentas con la documentación técnica y los esquemas eléctricos necesarios, puedes realizar un diagnóstico preciso al revisar las conexiones del ordenador, ya sea por un profesional o por ti mismo si dominas los conceptos básicos de electricidad.

¿Hay que detener el coche en caso de que el testigo de ABS esté encendido?

No es necesario detener el coche inmediatamente si el testigo de ABS se enciende mientras conduces. Sin embargo, debes recordar en todo momento que vas a tener serias dificultades a la hora de efectuar una frenada de emergencia o pases por una superficie resbaladiza.

Aunque los frenos seguirán funcionando, es posible que el error indique que el sistema ABS no va a actuar a la hora de frenar. Por lo tanto, debes conducir con precaución y llevar tu vehículo a un taller mecánico o a un especialista en frenos tan pronto como sea posible para que evalúen y reparen el problema. No ignores la luz de advertencia del ABS, ya que podría poner en riesgo tu seguridad y la de otros en la carretera.

Síntomas de un embrague gastado en un coche con transmisión automática

Cuando hablamos del embrague, lo más normal es que pensemos que hablamos de coches con transmisión manual. Y es que, aunque existen coches automáticos sin este elemento, muchas transmisiones automáticas hacen uso del embrague a nivel interno, por lo que se puede desgastar y romper como en cualquier otro vehículo.

Una persona ligeramente experimentada puede detectar que un embrague no está fino solo con el oído y las sensaciones que transmite el motor. Si las revoluciones del propulsor aumentan, aumenta el ruido, pero el coche no se impulsa como debería al pisar el acelerador, lo más seguro es que tengas un embrague defectuoso, sea tu coche manual o automático.

Mientras que el embrague de una transmisión manual funciona a través del pedal del embrague, el embrague (o embragues, porque existen las cajas dobles) de una transmisión automática funciona de forma diferente, pero cumple la misma función fundamental de conectar o desconectar el motor con la caja de cambios.

¿Se puede gastar el embrague de un coche automático?

Por supuesto que sí. Las transmisiones automáticas contienen piezas de desgaste, como cojinetes, casquillos, juntas y pastillas, que están diseñadas para desgastarse por fricción y son esenciales para el correcto funcionamiento de la transmisión.

De todas las piezas de desgaste de una transmisión automática, los embragues son los más susceptibles de fallar. Cada marcha de la transmisión consta de un conjunto de discos de fricción, también conocidos como discos de embrague, que están situados entre placas de acero. Cuando el ordenador del vehículo cambia de marcha, utiliza solenoides para aplicar presión hidráulica a las placas de acero de cada marcha, comprimiendo los discos de embrague. Los discos se engranan por fricción y mueven la marcha.

A medida que el vehículo cambia de marcha a lo largo de miles de kilómetros, los discos de embrague se desgastan un poco con cada cambio al engranar y desengranar. Los embragues de una transmisión automática acaban fallando cuando se han desgastado hasta el punto de que ya no engranan correctamente y patinan entre sí. Cuando patinan, generan calor que agrava el proceso de desgaste.

¿Cuánto dura el embrague de un cambio automático?

Normalmente, los embragues de las transmisiones automáticas modernas duran entre 200.000 y 275.000 kilómetros antes de dejar de soportar el peso del vehículo.

Sin embargo, algunos factores pueden acortar la vida útil del embrague, como el aumento de la carga del coche y los acoplamientos y desacoplamientos excesivos. El peso excesivo ejerce una presión adicional sobre los discos de embrague, haciendo que trabajen más, generen más calor y se desgasten más rápidamente.

Conducir en un tráfico de paradas y arranques también puede reducir la esperanza de vida de los embragues de una transmisión automática debido a las frecuentes conexiones y desconexiones. Por el contrario, los embragues de una transmisión automática en un vehículo conducido a velocidades constantes en autopista durarán bastante más.

Seguir los intervalos de servicio recomendados para los cambios de líquido y filtro de la transmisión es crucial para garantizar la longevidad de la transmisión. Descuidar estos servicios programados puede hacer que el líquido de transmisión pierda su capacidad de refrigeración y acumule residuos. Esto, a su vez, puede acelerar la velocidad a la que los discos de embrague se desgastan con el tiempo.

Por lo tanto, es esencial revisar la transmisión con regularidad para mantener las propiedades de refrigeración del líquido y evitar la acumulación de residuos.

¿Cómo puedo averiguar que el embrague de mi coche automático está funcionando mal?

Si el embrague de la transmisión automática está en mal estado, notarás que la transmisión patina al intentar acelerar. El deslizamiento se produce porque las superficies de fricción desgastadas hacen que los discos de embrague se deslicen entre sí en lugar de engranar correctamente. Esta condición se conoce a veces como «embrague quemado«, ya que el calor generado por el embrague desgastado puede producir un olor a quemado.

Vale la pena señalar que el mismo problema también puede ocurrir en las transmisiones manuales, donde este problema puede aparecer en tiempo récord en vehículos conducidos por personas con ciertas manías —como dejar pisado el pedal del embrague más de lo necesario— o en coches conducidos por conductores nóveles.

¿Qué se siente cuando el embrague patina en un cambio automático?

Cuando el embrague de una transmisión automática patina, puede hacer que el vehículo se sienta insensible y lento.

Se puede notar que, al pisar el acelerador, el motor sube de revoluciones, pero el vehículo no acelera tan rápido como debería. Esto puede provocar una sensación de potencia reducida y una aceleración más lenta de lo normal.

¿Afecta un embrague quemado a la aceleración?

La aceleración puede verse afectada por un embrague en mal estado en una transmisión automática. Cuando los discos del embrague se desgastan, la transmisión puede patinar, provocando una disminución de la aceleración. Como resultado, cuando se pisa el acelerador, el motor puede acelerar, pero el vehículo puede no acelerar al mismo ritmo que antes. Por lo tanto, un embrague en mal estado puede afectar a la capacidad de aceleración del vehículo.

¿Puede el cambio de líquido de transmisión detener el deslizamiento del embrague?

Sustituir el líquido de transmisión si está viejo o se encuentra en un nivel bajo puede evitar este problema. Sin embargo, si el nivel de líquido de transmisión es adecuado y el deslizamiento persiste, es probable que la transmisión requiera reconstrucción o sustitución.

Si ya has agotado todas las demás opciones, un aditivo de líquido antideslizante para la transmisión puede ayudar a aliviar el problema temporalmente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto no suele ser una solución permanente, y una reconstrucción o sustitución de la transmisión todavía puede ser necesaria en el largo plazo.

¿Cuáles son los síntomas de un nivel bajo de líquido de transmisión?

Un nivel bajo de líquido de transmisión puede detectarse comprobando la varilla de nivel y viendo que el nivel es bajo.

Además, los signos de bajo nivel de líquido de transmisión incluyen una discrepancia entre las revoluciones del motor y la aceleración del vehículo cuando se pisa el acelerador y la transmisión no engrana o patina al salir de la marcha.

¿Cómo se diagnostica un problema de transmisión automática?

Hay ciertos indicios o manifestaciones que pueden ayudar a identificar un problema con una transmisión automática. Estos incluyen:

La transmisión patina al entrar y salir de la marcha

Cuando una transmisión empieza a patinar al entrar y salir de la marcha, indica que hay problemas y puede que la transmisión no dure mucho.

Este problema puede estar causado por una baja presión del líquido, una válvula bloqueada o una bomba defectuosa. Se recomienda hacer revisar la transmisión lo antes posible si surge este problema para evitar un mayor desgaste y un aumento de los costes de reparación.

El embrague patina

Si al pisar el acelerador el motor se revoluciona sin aceleración, podría indicar problemas con los embragues de tu transmisión automática. Este problema puede deberse a varios factores, como un nivel bajo de líquido o unos discos de embrague desgastados.

También puede notar un olor a quemado cuando los discos de embrague están desgastados, especialmente a la hora de tener que sacar el coche de una situación complicada, como una pendiente muy acusada en la que partimos con el coche en parado.

Retardo en el cambio de marcha

Si el vehículo tarda en engranar o cambiar de marcha después de pisar el pedal del acelerador, puede deberse a un problema en las válvulas de la transmisión o a un nivel bajo de líquido de transmisión. También puede deberse a la presencia de residuos en la transmisión o en el propio líquido.

Líquido de transmisión en mal estado

Un líquido de transmisión viejo y con mal olor, junto con residuos o partículas, puede provocar problemas en la transmisión, que deben resolverse lo antes posible. Es posible que el líquido no distribuya el calor tan bien y que los residuos provoquen obstrucciones en los canales del líquido o se alojen entre los discos de embrague, causando daños.

Por lo tanto, es fundamental sustituir el líquido de transmisión viejo por líquido nuevo para evitar estos problemas.

¿Cómo se comprueba un embrague automático?

Una forma rápida de evaluar el estado de los embragues de una transmisión automática es pisar ligeramente el pedal del freno, poner la transmisión en marcha y, a continuación, acelerar para ver si el embrague de la transmisión puede soportar el aumento de resistencia de los frenos.

Si la transmisión patina durante esta prueba, es un indicio de que puede no funcionar correctamente y podría necesitar una sustitución o reparación pronto.

Conclusiones

En resumen, un embrague defectuoso en una transmisión automática puede identificarse por el deslizamiento, cuando el motor sube de revoluciones sin la aceleración esperada al pisar el acelerador, y por el olor a quemado del líquido de transmisión.

Estos síntomas se producen debido al desgaste de los discos de fricción del embrague, que rozan entre sí en lugar de engranarse, generando calor que sobrecalienta el líquido de transmisión, causando el olor a quemado.

Cómo evitar las averías más comunes en un coche

Vas tan tranquilamente por tu autovía o autopista cuando de repente ves unos triángulos o la nueva luz de emergencia. Junto a la señal, un desquiciado conductor o conductora que no para de llamar por teléfono para que le envíen una grúa. Y piensas «Ojalá que nunca me pase a mí».

Un coche, como cualquier máquina, puede fallar sin previo aviso. No obstante, si nos ceñimos a realidad, la gran mayoría de los problemas que presentan los coches que se quedan tirados en la carretera son evitables. En este post os contaremos varios consejos para mantener tu coche en buen estado y evitar ese fatídico día en que tu coche te condene a pasar varias horas pasando frío en una cuneta.

Mantén la presión correcta de tus neumáticos… Y rótalos

La causa más común que vemos día a día en las carreteras cuando un coche se queda parado en la cuneta es debido a un pinchazo o al reventón de un neumático. Puede ocurrir por mala fortuna, por pisar un objeto punzante o simplemente por un defecto de fábrica. Sin embargo, la mayoría de los pinchazos se deben a ruedas mal infladas.

Ruedas en mal estado o con un inflado incorrecto

Ignorar la presión de nuestras ruedas merma significativamente la vida útil de estas. Tanto si nos pasamos de presión (algo poco común) como si no revisamos la presión a menudo (caso más generalizado), nuestros neumáticos se gastarán mucho más rápido que lo que deberían.

Un neumático desinflado tiene mayor contacto superficial con el asfalto. Se calienta irregularmente y pierde mucha más goma por cada kilómetro recorrido. Según estudios de marcas tan prestigiosas como Michelin, un neumático mal inflado con una vida útil de 100.000 kilómetros puede durar tan solo 75.000 kilómetros si no mantenemos su presión dentro del rango recomendado por el fabricante.

Rotación de los neumáticos

Este truco es muy antiguo y lo suelen practicar en muchos talleres. Siempre y cuando las ruedas delanteras y traseras de nuestro coche tengan la misma especificación, podemos cambiar las de un eje por las del otro. Con ello conseguiremos que los dos pares de neumáticos se desgasten de forma uniforme.

Esto se debe a que en la mayoría de vehículos, los neumáticos del eje delantero (eje motriz en la mayoría de casos) se desgasta mucho más rápidamente que los del eje trasero. Con este simple truco, los cuatro neumáticos llegarán al final de su vida útil habiéndolos exprimido al máximo.

Pero ojo, es importante lo que hemos comentado de las especificaciones. Últimamente hay muchos vehículos tipo SUV por nuestras calles que montan neumáticos de distintos anchos y perfiles en cada eje, por lo que si vas a hacer tú la rotación, asegúrate de que todos los neumáticos son iguales antes de aflojar la primera llanta.

Cambiar aceite y filtros del motor

El aceite tiene una doble función en nuestro vehículo. En primer lugar, el aceite lubrica las piezas móviles del motor, evitando así que el roce de los distintos metales acabe desgastando los mecanismos. Por otro lado, el aceite sirve para refrigerar el motor y los componentes periféricos de este.

Si una rueda mal inflada nos puede hacer pasar una tarde en el arcén, ignorar un cambio de aceite puede suponer fácilmente decir adiós a nuestro motor en el peor de los casos. Debemos conocer el tipo de aceite que utiliza nuestro automóvil, cada cuánto hay que cambiarlo y en qué condiciones funciona.

Comprobar periódicamente el sistema de refrigeración

Como ya hemos hablado alguna que otra vez en este blog, el sistema de refrigeración está diseñado para disipar la temperatura del motor y evitar que éste se recaliente. Su mantenimiento es muy básico, comenzando por sustituir el líquido refrigerante cuando lo indique el fabricante.

Debemos asegurarnos por tanto que nuestro coche tiene suficiente líquido refrigerante comprobando el nivel. También debemos asegurarnos tras cambiarlo que efectivamente hace su cometido y que no se comienza a recalentar nuestro motor.

Por otro lado, hay que cambiar el termostato y la bomba de agua tras una serie de kilómetros para evitar que éstos fallen y produzcan algún tipo de daño a nuestro motor. En muchos casos, estos dos componentes se sustituyen aprovechando la mano de obra de otros mantenimientos rutinarios de nuestro coche. Si necesitas más información sobre el sistema de refrigeración de tu coche, en esta entrada te mostramos cómo averiguar si la bomba de agua de tu coche está empezando a fallar.

Cambiar el líquido y el filtro de la transmisión

El líquido de la transmisión del coche ayuda a facilitar el cambio de marchas. Enfría los mecanismos de la transmisión y lubrica las piezas móviles dentro de la misma. Al igual que otros fluidos vitales en su motor, el fluido de la transmisión se deteriora con el tiempo y hay que sustituirlo.

Los intervalos de cambio de líquido de transmisión recomendados varían según el vehículo y el fabricante. Hay que consultar el manual del propietario del vehículo en cuestión para determinar la frecuencia con la que debe cambiarse el fluido.

Algunos mecánicos recomiendan acortar el periodo de cambio de líquido y filtros de la transmisión si el vehículo realiza mucho trabajo. Por ejemplo, si nuestro coche es un vehículo normal, pero trabaja como taxi o VTC y realiza muchas horas en ciudad, con paradas y arranques, debemos realizar este mantenimiento más a menudo. Lo mismo ocurre con furgonetas o camiones que muevan mucha carga o simplemente vehículos que realicen mucho recorrido por cuestas y montañas.

Pon el coche a punto

Una puesta a punto suele implicar la sustitución de las bujías, los encendedores, los filtros de aire, los filtros de combustible y la válvula PVC. Durante la puesta a punto se deben revisar y sustituir otros componentes del motor cuando sea necesario, como la batería, las correas, las mangueras, la tapa del distribuidor, los niveles de líquidos y la presión de los neumáticos. A ser posible, busca un mecánico que realice parte de estas comprobaciones utilizando una máquina de diagnóstico por ordenador, tal y como te enseñamos en esta entrada.

Todos los fabricantes de vehículos ofrecen intervalos de puesta a punto recomendados y, como en el caso de la mayoría de los servicios de mantenimiento programado, los intervalos varían según la marca y el fabricante del vehículo. Consulte el manual del propietario para conocer los intervalos de servicio específicos de su vehículo.

Algunas señales de que su vehículo debería haber sido puesto a punto son: dificultad para arrancar, calado, vibraciones fuertes a ralentí, fallos de encendido, bajo consumo de combustible y falta de potencia. Si su vehículo presenta alguno de estos síntomas, deberías poner tu coche en menos de un profesional para evitar problemas mayores.

Cambiar la correa de distribución y la bomba de agua

La correa de distribución sincroniza la rotación del cigüeñal y el árbol de levas para que las válvulas del motor se abran y cierren en el momento adecuado durante las carreras de admisión y escape de cada cilindro. Sin ella, su vehículo no funcionará y, en algunos vehículos, el fallo de la correa mientras el vehículo está en marcha provocará daños en ocasiones irreparables.

Recuerda que si tu coche no tiene correa de distribución y funciona con cadena, igualmente tendrás que sustituir la bomba de agua cada cierta distancia recorrida. Todo lo que necesitas saber sobre la correa de distribución y la bomba de refrigerante lo tienes en los siguientes artículos que te mostramos a continuación.

Por último, recuerda cumplir siempre los intervalos de mantenimiento de tu coche, aunque sea por arriba. Por otro lado, si quieres curarte en salud, puedes acortar algunos rangos, ya que no pasa nada si cambias una correa o una bomba de agua unos kilómetros antes de lo que toca.

Con estos sencillos tips, tu coche estará lo suficientemente bien cuidado como para que no se le ocurra la maravillosa idea de abandonarte en mitad de una carretera.

Síntomas de que la Bomba de Agua de tu coche está Fallando

Se suele decir que la bomba de agua se debe cambiar siempre cada vez que hacemos la distribución al coche. Como muchos otros elementos que indispensables para el buen funcionamiento de un motor de combustión, la bomba del agua es un componente de desgaste. No es eterno.

En este artículo vamos a hablar en profundidad sobre este sistema, su funcionamiento, mantenimiento y cómo detectar averías de forma anticipada.

¿Qué es y qué función hace la Bomba de Agua?

La bomba de agua es un elemento común en todos los vehículos que poseen motor de combustión interna. La bomba de agua es la responsable de que el motor no se recaliente. Para ello se utiliza el sistema de refrigeración, compuesto por el radiador donde entra aire frío que disipa la temperatura del líquido refrigerante que circula por el interior de este circuito y va impulsado por la bomba. El flujo constante de refrigerante permite enfriar el bloque motor.

Si la bomba o cualquier elemento del sistema de refrigeración empieza a fallar, probablemente el coche nos dará un aviso de recalentamiento de motor (a través del ordenador de a bordo o con la aguja en el salpicadero). En otros casos, el motor simplemente se apagará.

Mantenimiento de la Bomba de Agua. ¿Cada cuánto hay que cambiarla?

La bomba de agua es un componente que requiere un mantenimiento para garantizar su buen funcionamiento. Al ser una pieza mecánica, sufre desgaste. Habitualmente, en los vehículos con correa de distribución, la bomba se suele cambiar durante el proceso de sustitución de la correa o liga de distribución. La bomba en sí es una pieza bastante barata. Aprovechando la cara mano de obra y que tanto la correa como la bomba son elementos relacionados, se suelen sustituir los dos elementos en la misma operación.

  • Por tanto, si tu vehículo funciona con correa de distribución, aprovecha y cambia la correa durante cada mantenimiento de la correa. Muchos fabricantes venden kits de correa + bomba muy asequibles. Comenta con tu mecánico de confianza que quieres hacer esta doble intervención para curarte en salud y evitar problemas.
  • Si por contra tu coche funciona con cadena de distribución o simplemente no quieres cambiar la bomba junto a la correa, en función de tu marca, la bomba tiene una vida útil aproximadamente de 5 años o 120.000 kilómetros de media. En algunos modelos premium, la duración puede ser hasta el doble, pero debes consultarlo con tu fabricante.

Cómo detectar que la bomba de agua de mi coche está empezando a fallar

Cuando la bomba del agua comienza a fallar, da unos cuantos avisos que no debes pasar por alto. Son los siguientes:

Fuga de líquido refrigerante por el suelo del capó

Si encuentras restos de líquido refrigerante en el suelo del capó o debajo de donde ha estado aparcado tu coche, puede que el sistema de refrigeración tenga fugas. La bomba de agua se conecta al resto del circuito mediante juntas (rácores) y sellos. Algunas juntas pueden dilatarse o contraerse por factores climáticos o de temperatura del compartimento y degradarse, rompiendo el sellado. Cuando se rompe esta estanqueidad, el líquido refrigerante se escapa del circuito cerrado, manchando el compartimento motor del coche o el suelo.

Si detectas un líquido verde, rosa o celeste (en función del líquido refrigerante que uses) que está goteando por la parte delantera de tu automóvil, es posible que se trate de una fuga en este sistema y la bomba de agua debería ser revisada lo antes posible.

Elevado calentamiento del motor

Junto a la fuga de líquidos, este síntoma es el más habitual con diferencia. Como hemos explicado al principio de esta guía, el sistema de refrigeración mantiene a raya la temperatura del motor. Si esta falla, lo lógico es que el motor comience a calentarse de forma considerable.

Si tu motor entra en la zona roja con suma facilidad o recibes aviso de temperatura excesiva del motor, es posible que el sistema de refrigeración de tu coche tenga problemas. Es importante atajar este problema lo antes posible, ya que el motor se puede dañar si no se disipa correctamente.

Silbidos que salen del capó

Cuando nuestro coche empieza a hacer ruidos raros, sabemos con total seguridad que no tiene nada bueno que contarnos. En el caso de que escuchemos un sonido agudo que proviene del motor, lo más seguro es que la correa de transmisión de la bomba de agua esté suelta. En otros casos se debe simplemente a los cojinetes, que se sueltan por el desgaste.

Sea una cosa u otra, deberemos acudir a un experto a que nos revisen este problema si no tenemos nosotros suficientes conocimientos en dicha materia.

El radiador o el depósito del agua expulsan vapor

Si tu coche expulsa vapor de agua, lo normal es que te haya avisado con cierta antelación mediante una alerta de temperatura de motor. Si el vapor sale por el radiador, deberás parar lo antes posible y apagar el motor para evitar daños estructurales. De no hacerlo, tendremos muchas papeletas de que nuestro bloque motor se agriete, se rompa alguna válvula o la más común, se produzcan daños en la culata (el vulgarmente conocido y caro de reparar «culatazo»).

Cuando el coche expulsa vapor por el radiador, también lo hará y con gran violencia si retiras el tapón del depósito del refrigerante. Tenlo en cuenta para no sufrir una quemadura y espera varios minutos con el coche ya apagado antes de abrir el tapón, ya que el agua saldrá ebullendo si no tomamos las precauciones necesarias.

¿Qué debo hacer si tengo alguno de estos problemas?

En primer lugar, si no tienes muchos conocimientos y no te quieres complicar, acude a un profesional. En esta guía que hicimos te recomendamos los pasos que deberías seguir para encontrar un mecánico de calidad en tu pueblo o ciudad.

Si te gusta la aventura y quieres explorar tú mismo, deberás revisar todo el circuito de refrigeración. Hay que comprobar que los rácores están bien sellados, que el sistema no tiene fugas y que el radiador no está picado. Del mismo modo, deberíamos cambiar la bomba por una nueva. Además, deberemos chequear otros elementos adyacentes al sistema de refrigeración, como la correa o cadena de distribución, las poleas, los tensores y demás piezas móviles que pueden estar ocasionando problemas al correcto funcionamiento de nuestro motor.

Clasificación de los Aceites de Motor. Tipos y Características

¿Para qué sirve el aceite en un motor?

El aceite es uno de los elementos más importantes de un motor. Su buen uso y mantenimiento del mismo influye directamente en la vida útil de nuestro propulsor. Evita que éste pierda rendimiento, tenga un desgaste prematuro y no se eleve el consumo de combustible.

La funcionalidad del aceite del motor es doble. En primer lugar, el aceite sirve de lubricante. Muchas piezas metálicas de nuestro motor giran a altísima velocidad teniendo constantes roces y fricciones con otras partes móviles. El aceite ayuda a crear una película que evita el desgaste que provocaría el roce, y evita que estas partes se llenen de suciedad.

Por otro lado, el aceite funciona también de refrigerante, aunque pueda parecer descabellado. Al ser un líquido con gran volumen y tener una alta tolerancia al calor, el aceite es capaz de absorber y disipar el exceso de temperatura de nuestro motor. Es tan importante esta segunda funcionalidad que de no estar, nuestro motor se griparía, e incluso muchas piezas se derretirían en cuestión de minutos.

Tipos de aceite según su elaboración

Según el proceso de fabricación de un aceite, podemos clasificarlos de tres formas diferentes:

Aceite de Motor Mineral

El aceite mineral es el aceite más básico, tanto en su elaboración como en sus posteriores prestaciones. Su base se extrae directamente del refinado del petróleo.

La vida útil de un aceite de motor mineral es inferior a los sintéticos, pero también tienen sus aplicaciones y utilidades. En este caso, estos aceites son interesantes en motores que sufren bastante desgaste y acumulan una gran cantidad de kilómetros a sus espaldas.

Aceite de Motor Sintético

En los aceites sintéticos, la base de aceite extraída del petróleo se procesa con una serie de fórmulas que le otorgan mejores propiedades, y finalmente se traduce en mejores prestaciones durante el momento de uso.

De este modo, son aceites mucho más estables, menos volátiles. Aguantan mucho mejor los cambios de temperatura extremos y no necesitan ser cambiados tras cortos periodos de tiempo. Protegen muy bien nuestro motor y mantienen sus propiedades intactas durante un largo rango de tiempo.

Los vehículos que vayan a tener largos periodos de utilización sin descanso (un vehículo comercial, un taxi…) deben utilizar este tipo de lubricantes. También los vehículos deportivos de grandes prestaciones.

Aceite de Motor Semisintético

Se obtienen a partir de mezclas de aceites minerales y sintéticos. Son muy usados porque sus características son interesantes, aunque no llegan a la calidad de los aceites que son completamente sintéticos.

Es el lubricante típico que se suele utilizar en un vehículo que tiene un uso normal o incluso ocasional.

Tipos de aceite según su densidad o viscosidad

Aceites Multigrado

Son los más complejos, ya que rinden al mismo nivel durante todo el año, independientemente de que sea invierno o verano. Esto se debe a que desarrolla un amplio grado de viscosidad en función de la temperatura ambiente.

Es el aceite que debe utilizarse en vehículos que van a circular por zonas que van a tener mayores cambios de temperatura en función de la estacionalidad. España es un país que registra temperaturas muy extremas a lo largo del año. Por ello, es bastante interesante el uso de aceites multigrado en nuestros automóviles, especialmente en vehículos comerciales que van a recorrer distintas localidades.

Aceites Monogrado

Si por el contrario, tu vehículo va a circular por un país en el que las temperaturas van a permanecer más estables a lo largo del año, puedes utilizar aceite de motor monogrado.

Este tipo de aceite era el más común antiguamente, aunque sigue funcionando bien en los lugares en los que no hay grandes cambios de temperatura ambiente. No obstante, su rango de viscosidades es muy limitado. Por tanto, si vamos a viajar a un lugar donde el clima es opuesto al que solemos pertenecer, conviene hacer un cambio de aceite a una solución más adecuada. A día de hoy casi no se utilizan debido al auge de los aceites multigrado semisintéticos, que son muy asequibles y tienen muy buenas propiedades. Los aceites monogrado sí tienen su utilidad actualmente en maquinaria pequeña, como una motosierra, una desbrozadora o un cortacésped.

Clasificación de los aceites según su estandarización internacional

Clasificación SAE

La Society of Automotive Engineers o SAE (Sociedad de Ingenieros Automotrices) es la institución estadounidense que tiene su propia clasificación de aceites en función de cómo rinde su viscosidad en función de la temperatura ambiente en grados Farenheit (de 0 a -210ºF). Hemos convertido los valores a Celsius para que sea más sencillo poder comparar las dos clasificaciones más fácilmente.

A través de múltiples ensayos en laboratorio a distintas temperaturas, la SAE establece 11 categorías, partiendo desde temperaturas bajo cero para climas altamente invernales hasta el último punto, por encima de 100 grados Celsius, que simula el funcionamiento de un aceite en un clima veraniego.

Grados SAETemperatura
Mínima de Uso
Viscosidad
en Uso
Viscosidad
a 100ºC
0W-30ºC3.8
5W-25ºC3.8
10W-20ºC4.1
15W-15ºC5.6
20W-10ºC5.6
25W-5ºC9.3
205.6-9.3Fluido
309.3-12.5Semifluido
4012.5-16.3Semifluido
5016.3-21.9Espeso

Clasificación SAE para Aceites Monogrado

SAE 10

Útil en vehículos que circulan en climas estables con temperaturas bajo cero.

SAE 20

Este grado de aceite monogrado se puede utilizar sin problemas en temperaturas que se encuentran en una horquilla entre frío y templado durante todo el año. En el pasado eran aceites muy interesantes, pero a día de hoy, habiendo productos multigrado, prácticamente no merece la pena utilizarlos.

SAE 30

Se debe utilizar únicamente en motores de automóviles estándar que circulan en climas calurosos y estables durante todo el año.

SAE 40 y superior

Aceite monogrado para maquinaria pesada en veranos muy calurosos.

Ejemplos: SAE 10W: Estaríamos ante un aceite monogrado específico para usar en vehículos que van a trabajar a temperaturas estables bajo cero.

SAE 10W – 30: Al mostrar dos términos, estamos hablando de un aceite multigrado. Rinde como un aceite SAE 10W cuando el motor se encuentra a bajas revoluciones en frío y como un SAE 30 durante el funcionamiento del motor, siempre y cuando utilicemos el producto dentro de los márgenes para el que está diseñado.

Clasificación API

Otro método por el que se clasifica la viscosidad y rendimiento de un aceite de motor es la norma API. Lo establece el American Petroleum Institute (Instituto Americano del Petróleo).

Se trata de una clasificación algo más técnica, que tiene en cuenta el tipo de combustible del motor y sus diversas tecnologías. Además, el estándar se va actualizando constantemente, por lo que es interesante estar informado de las últimas revisiones que se hacen a este modelo para determinar qué aceite es el mejor que debemos usar en nuestro vehículo.

Etiqueta API SN para motores gasolina (1). Se trata de un aceite 5W-30 según el estándar SAE (2).

La especificación actual de esta clasificación es el API SN para vehículos con motor de combustión de gasolina y la especificación API CK-4 para los vehículos con motores diésel. Es muy importante prestar mucha atención a esto antes de introducir el aceite en el cárter de nuestro automóvil, ya que una elección errónea podría dañar el motor.

Este estándar no viene a sustituir a la Clasificación API, sino a complementarla, como te mostramos a continuación.

Clasificación API SN: Aceite para Motores Gasolina

El primer término, «S» significa «Spark Service». Esto hace referencia a los motores que funcionan con chispa, es decir, a los motores Gasolina (que funcionan con bujía).

El segundo marca la tecnología del aceite que estamos utilizando. Cuanto más avanzada es la letra dentro del abecedario, más moderno será el lubricante. La norma SN está en vigor desde Octubre de 2016. En la siguiente tabla puedes ver la evolución de esté estándar a lo largo del tiempo:

Estándar APIFecha y Uso
SN2016 – Actualidad
SM2004 – 2016
SL2001 – 2004
SI1991 – 2001
SH1993 – 1995
SG1986 – 1995
SF1979 – 1986
SE1971 – 1979
SD1967 – 1971
SC1967 y anterior
SB1951 – 1967 Motores Clásicos*
SA1930 – 1951 Motores Clásicos*
*Utilizar solo en caso de que el fabricante del vehículo lo recomiende, ya que no contienen aditivos.

Cada coche que sale al mercado suele recomendar el uso de un aceite dentro del estándar de fabricación de su época dentro de esta clasificación. No obstante, la API considera que del estándar SH para atrás son aceites obsoletos a día de hoy, y recomienda el uso de aceites más modernos.

Ejemplo: Si poseo un BMW 318i de 1994, durante esa época, mi fabricante me recomendaría el uso de un aceite con estándar API SH. A día de hoy podría utilizar ese aceite sin problemas en mi vehículo. Sin embargo la API recomienda la utilización de un producto más avanzado, ya que considera que en la actualidad hay soluciones más beneficiosas para nuestro motor. Por tanto, podría utilizar un aceite API SM o API SN sin problemas.

Clasificación CK-4: Aceite para Motores Diésel

Del mismo modo que con los propulsores de gasolina, los vehículos diésel tienen su propia estandarización dentro de la norma API.

La primera letra, «C», marca que el lubricante es únicamente apto para vehículos con motor diésel (Commercial Compression).

Estándar APIFecha y Uso
CK-42017 – Actualidad. Puede sustituir al CJ-4, con excepciones.
CJ-42008 – Actualidad. Puede sustituir al CI-4, con excepciones.
CI-4Desde 2002. Puede sustituir a CH-4
CH-4Desde 1998. Sustituto de CD, CD, CF y CG-4
CG-4Hasta 2009
CF-21994 – 2009
CF1994 – 2009
CEHasta 1994
CDHasta 1994
CCHasta 1990
CBHasta 1961
CAHasta 1959