No son muchos los fabricantes de vehículos que acaban reconociendo sus meteduras de pata. Sin embargo, Volkswagen sí ha entornado el mea culpa esta semana. El CEO de la compañía, Thomas Schäfer, ha admitido que la estrategia de su predecesor, Herbert Diess, de apostar por controles táctiles en lugar de botones físicos, ha causado un daño significativo a la imagen de la marca.
¿Por qué Volkswagen abandonó los botones físicos?
La decisión de Volkswagen de abandonar los botones físicos fue un intento de modernizar sus vehículos y seguir la tendencia de la digitalización. Una decisión que se tomó seguramente pensando en las imágenes que nos suelen vender las marcas del concepto de ‘futuro’. Sin embargo, la jugada no les salió a los de Wolfsburgo como habían imaginado.
La decisión de suprimir los botones fue muy criticada en primera instancia por muchos periodistas. Luego, fue el turno de los clientes, quienes encontraron que los controles táctiles eran menos intuitivos y más difíciles de usar, especialmente al conducir de noche.
Schäfer reconoció que esta frustración ha dañado la reputación de la marca, y que están trabajando para rectificar este error. Algo lógico, pues las interfaces táctiles no aprovechan de la ‘memoria muscular’ y en la mayor parte de las ocasiones, hay que mirar antes de tocar. Una nueva distracción que nadie quiere tener mientras conduce.
El nuevo enfoque de Volkswagen
La marca alemana está trabajando en un nuevo enfoque que combina lo mejor de ambos mundos: la modernidad de los controles táctiles y la funcionalidad de los botones físicos. Están clasificando las funciones más importantes para los clientes y decidiendo cuáles deben ser controladas por botones físicos y cuáles pueden ser controladas a través de la pantalla.
Schäfer ha prometido que el próximo Volkswagen ID.2 mostrará los resultados de este nuevo paradigma. El vehículo se centrará en asegurar que los controles estén colocados de manera intuitiva, para que los clientes tengan menos probabilidades de tener que consultar el manual del propietario para cambiar algo.
Las modas nunca son buenas consejeras
Volkswagen no es la primera marca que descubre que las interfaces táctiles no están hechas para ir al volante. BMW ya criticó hace unas semanas la moda de llenar todo el interior de los vehículos con pantallas, y aseguraban que esta tendencia está próxima a desaparecer.
La industria del automóvil peca muchas veces de guiarse únicamente por la moda. Lo vemos a diario con carrocerías como el SUV, que no son tan prácticas como nos quieren hacer creer. O los coches eléctricos, que, por mucho que quieran vendérnoslos, habría que dejar la moda a un lado y asegurarse antes de que nuestros países establecen la infraestructura necesaria para poder moverse con ellos libremente como con un vehículo de combustión.
